sábado, 8 de diciembre de 2012

Supongo que si

Canciones de supermercado para la niña de la mesa siete.

 Hace algunos años estaba esperando en Los Ángeles un bus para Conce, y una señora al lado mio empezó a hablar del fin del mundo con una seguridad y un manejo tremendo, tanto que podría haberse dedicado perfectamente a las conspiraciones y ser un éxito en youtube. La escuché atentamente, era una adelantada para su época, y al final cuando se subió a un bus que iba a Angol me dijo que Dios no existía. Nunca sabré si al final Dios existía o no. Supongamos que existe: 

Después cuando me subí al bus tuve un sueño súper extraño. Estaba con mi papá conversando algo de la gente millonaria que se crioniza o algo así para que los descongelen en el futuro, como el de Walt Disney. Que algún día iba a tener tanta plata para hacer eso e iba a crionizarnos a todos para que viéramos el futuro. De pronto vi como un pájaro extraño que iba volando y mi papá me decía que esos pájaros nos iban a salvar en el futuro. Quizás de cuál estaba fumando en ese tiempo. La cosa es que desperté casi llegando a Collao, tenía como 5 llamadas perdidas de mi papá. Lo llamé de vuelta y me dijo que le había pasado algo malo en un ojo, que no sabía qué era y que iba a tener que ir a un doctor. Después vino un tiempo en que pasaron puras hueás malas, incluido un terremoto. 

Estaba en el norte encargándome de unos temas de mi papá, porque él estaba hospitalizado en Santiago por lo de su ojo  y en la residencial en donde me estaba quedando ese día había una fiesta en el salón de eventos. Como no conocía a nadie, estaba en mi pieza viendo el Festival de Viña y me quedé dormido cuando cantaba Arjona. De pronto desperté porque estaba temblando fuerte, como cuando chico había pasado un terremoto chico en Ovalle fue ese momento el que se me vino a la mente, y pensé que todo era normal. En realidad que tiemble en Chile es lo más normal del mundo, asi que segui durmiendo como si nada. De pronto suena mi teléfono y era mi papá que me decía que estaba bien y que mis hermanos y mi abuela estaban todos bien. 
Pensé que estaba soñando o algo así. Me dijo que lo habían evacuado y que estaba en la casa de mi abuela paterna por precaución. No entendía nada. Ahí me dijo que ese temblor un poco fuerte (para mi) había sido un terremoto fuerte en el Sur. Que en Conce había quedado la cagá. Que en Santiago igual había sido fuerte. Me acordé de la señora del terminal y el fin del mundo y miré por la ventana, en ese paisaje inhóspito de norte chico no había pasado nada. 
Prendí la tele y ahí lo vi, esa imagen de película gringa en que obviamente mostraban los lugares más devastados en las imágenes captadas hasta ese momento.  Empecé a tratar de comunicarme con la gente, obviamente que la gente de acá nunca pude contactarla hasta varios días después. Las llamadas a Santiago por esas cosas del azar y el norte chico entraron altiro, y pude hablar con mi abuela, mamá, hermanos, algunos amigos y amigas e incluso con la niña que estaba saliendo ese verano.
Vi en vivo y en directo esa imagen inolvidable de Amaro Gomez-Pablos y los artículos de primera necesidad. Sabía que estaba viendo una imagen bicentenario del país que habíamos construído. Pensaba que de haber estado en Conce habría pensado en la posibilidad de ir a saquear y llevarme para la casa un notebook nuevo o una tele, pero al final habría terminado saqueando arroz o fideos. Saqueando al fin y al cabo. Después siempre se iba a instalar ese cliché de que "menos mal no fue de día y en época de año académico" porque con toda la población flotante flotando por las calles el panorama habría sido aún peor. Me imaginaba también todos los edificios en el suelo, en mis amigos que podrían incluso haber muerto y como mi filosofía de vida me prepara para los momentos duros. Estoicismo le pusieron.

"Al estar todos los acontecimientos del mundo rigurosamente determinados y formar parte el hombre del lógos universal, la libertad no puede consistir más que en la aceptación de nuestro propio destino, el cual estriba fundamentalmente en vivir conforme a la naturaleza. Para ello el hombre debe conocer qué hechos son verdaderos y en qué se apoya su verdad.

El bien y la virtud consisten, por lo tanto, en vivir de acuerdo con la razón, evitando las pasiones (pathos), que no son sino desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. La pasión es lo contrario que la razón, es algo que sucede y que no se puede controlar, por lo tanto debe evitarse. Las reacciones, como el dolor, el placer o el temor, pueden y deben dominarse a través del autocontrol ejercitado por la razón, la impasibilidad (apátheia, de la cual deriva apatía) y la imperturbabilidad (ataraxia). Éstas surgirán de la comprensión de que no hay bien ni mal en sí, ya que todo lo que ocurre es parte de un proyecto cósmico. Sólo los ignorantes desconocen el lógos universal y se dejan arrastrar por sus pasiones.

El sabio ideal es aquél que vive conforme a la razón, está libre de pasiones y se considera ciudadano del mundo. El cosmopolitismo, que defiende la igualdad y solidaridad de los hombres".

Así dice wikipedia.

A veces me olvido de que no tengo que arrastrarme por las pasiones. Me contradigo.
Sobretodo en los partidos de la Selección. Con la política y otras cosas.

El asunto es que pensaba en el fin del mundo. En las situaciones caóticas que podrían acontecer y en la no-preparación para situaciones así de mi raza. Andaba leyendo Bradbury, Paul Aster y el Condorito. Por eso todo era una mezcla entre ciencia ficción, hechos cotidianos y humor. Supongo que ahora la señora debe estar en el búnker de su casa viendo tele con un calendario de Camiroaga que la observa cada vez que va a poner el hervidor a la cocina y esperando el fin.

Bueno, y si acaso llega el fin:

La señora tenía razón, y perdí la oportunidad de pedirle matrimonio en ese terminal de buses.

Los misteriosos senderos de la mente humana y su nula capacidad de reaccionar frente a situaciones evidentes y álgidas.

domingo, 14 de octubre de 2012

Remodelación Paicavi

Copito no es mi perro, aunque a veces me gustaría que lo fuera. Tendría que vivir en una casa y destinar algo de mi presupuesto de universitario para mantenerlo. También me llevaría a la Pepa. No me imagino el mundo de uno sin el otro. Son tan libres que a veces quiero ser el tercero. Ongolmo sería nuestro de una vez por todas.

lunes, 16 de julio de 2012

cubo rubrik

No sé si serán estos tiempos en donde la gente se anda matando de formas macabras, o si es el año en que las existencias llegan a su ángel para un final. Últimamente mi capacidad de concentración, productividad, disciplinamiento, prudencia, responsabilidad están tocando fondo. Me preocupa que no pueda leer dos páginas de un apunte sin mirar para otro lado o pensar en cualquier cosa que no sea tener que seguir estudiando algo o escribiendo un informe o cumplir con el deber en el espacio aquí-y-ahora.

lunes, 4 de junio de 2012

Cloteo, viene de Clotario.


Cuentan que en esos años en que las marchas convocadas por la CUT y por la ANEF eran de verdad, los carabineros iban a buscarlo seguido a su casa o lo agarraban en el camino, y él se reía con cara de saber qué venía después. Su padre, que murió cuando era niño,  fue hijo natural de Guillermo Blest quien a su vez fue el padre de esos famosos escritores.  Su madre  que con el sueldo de profesora primaria no podía mantener a los 3 hijos tuvo que pedir ayuda y eso significó humillarse, pues eran recibidos en la parte de atrás del palacio como la rama bastarda de la familia, sólo para obtener un pequeño aporte mensual, restos de comida y ropa. Eso generó desde temprana edad un resentimiento contra esa aristocracia en el pequeño Clotario. Situaciones similares fueron repitiéndose a lo largo de los años, a las que él mismo denominó como “la mano invisible”, haciendo alusión a que determinados hechos van dirigiendo nuestra vida a ciertas causas motivadas. Es así como se construye el dirigente sindical, expulsado del seminario de Concepción por participar de una manifestación estudiantil, que después de varios empleos llega a la Tesorería y es donde con el pretexto de una asociación cultural y deportiva, forja los cimientos de lo que luego sería la ANEF. Un hombre cristiano que deja de lado el afán personal  para servir a la causa de los trabajadores, contrario al ejemplo de lo que suele suceder con muchos líderes sindicales que en el camino son cooptados con buenos empleos, favores y sueldos. 

Es sin lugar a dudas en el año 53 con la fundación de la CUT y su primera declaración de principios en donde su visión y liderazgo quedan reflejados, pues es capaz de organizar a prácticamente todas las confederaciones de trabajadores que existen en el país a esa fecha, bajo la perspectiva de la acción directa como medio para llevar adelante sus demandas, es decir, excluyendo de esto a los dirigentes de partidos políticos con representación parlamentaria que bajo la lógica de ese entonces así como en la actual, sólo enturbian y controlan el avance de la organización de los trabajadores en su conjunto. Prueba de ello es la gran convocatoria y adhesión que tienen los paros y huelgas que se desarrollan bajo su presidencia y que responden a una visión unificada de aquel tiempo. Ya con el avance de los partidos políticos y la gran influencia que alcanzan en los diversos sindicatos, el año 59 bajo unan nueva y renovada declaración de principios comienza a adoptarse la estrategia hasta ese entonces excluida, y junto con ello el movimiento a dividirse. Cuando el año 79 en una entrevista le preguntan por su definición política señalando que sería un comunista de escondrijo anímico, éste responde que "me han tratado de comunista, anarquista, trotskista, mirista e incluso de opus dei por la izquierda.  Yo pertenezco al partido de los trabajadores, me debo a todos los trabajadores sin distinción de  credos políticos, religiosos o ideológicos, siempre ha sido mi línea y por eso la clase trabajadores me siguió y se jugó la vida a mi lado, porque no es tonta,  conoce perfectamente quien la engaña y quien no la engaña, por eso que tenemos cataclismo actual,  se dio cuenta que todos los dirigentes la engañaron y el 11 de septiembre no salió a la calle”. Palabras que condenan a toda una parte de vieja clase política que desde el año 73 a la fecha ha sido incapaz de reconocer que faltó a la verdad en su proceso de construcción social y política e instrumentalizó a los trabajadores en su conjunto, sin que muchas veces fueran ellos quiénes tomaran sus propias decisiones.

Siempre habrá una parte de la historia que no nos van a querer contar, porque no tendrán la voluntad de ponerse de acuerdo para enseñarla, o bien, porque no conviene contarla. No conviene contarla porque escapa a la lógica que han tenido las clases más poderosas y que han visto sus intereses en peligro en ciertos momentos de nuestra historia nacional, así como a la lógica de aquellos que luego de una dolorosa y aplastante derrota política y social, intentan construir la historia de todo un tiempo bajo el alero de ciertos mártires y figuras históricas discutibles, careciendo de una instrospección y de una necesaria autocrítica. Siempre será mejor construir sobre el mito de ciertos personajes, por lo general con historias difusas y contrapuestas, estatuas que adornen plazas y nombres de importantes avenidas de cada ciudad, porque mientras termino de escribir esto es muy probable que mucha gente siga ignorando la vida y obra de Don Clota, la visión que necesitan tanto estudiantes como trabajadores para sacar adelante sus procesos, y en fin, seguirán discutiendo sobre la base del Allende o Pinochet, omitiendo a los Clotarios.

miércoles, 16 de mayo de 2012

El Robo De La Guagua


Una de las noticias de ayer me tiene indignado. Los periodistas, en su afán de precisar la información, resaltan ciertas características de los sujetos involucrados y esta vez no fue distinto. La mayoría de los medios muy temprano habló de la noticia refiriéndose a “la ciudadana peruana”, o “Lupe Carbonell, peruana”. Usted puede pensar que es relevante agregar junto a su nombre la nacionalidad, pero en este país agregar dicha característica la mayoría del tiempo dice relación con una suerte de denostación permanente. Discriminación. ¿O es que acaso me va a decir que es lo mismo cuando se refieren a una ciudadana francesa que hizo tal cosa que cuando es una peruana?
Puede decir que es parte de la idiosincrasia, de la falta de cultura, mirar al hermano peruano como inferior o lo que quiera, pero los medios de comunicación no dejan de ser responsables al emitir sus comunicados.
Qué falta de rigor. La mayoría de los matinales, informativos y noticiarios hablaron derechamente de “el robo de la guagua”. Así, tal cual. En primer lugar, una guagua es una persona. Las cosas se roban, se hurtan o se usurpan dependiendo de lo que se trate. Las personas, en cambio, pueden ser víctimas de secuestro o sustracción. Y no fue la prensa coloquial, sino un programa de televisión abierta, con periodistas y un equipo técnico detrás. “Robarse una guagua”, cinco años de universidad para decir eso. Poca gente se inmutó. Al final, uno de los panelistas de Bienvenidos se cuestionó el error y lo corrigió.
Usted podrá pensar que “la ciudadana peruana Lupe Carbonell robó una guagua desde el Hospital San Borja Arriarán” es un mensaje claro que no merece mayor cuestionamiento, porque logra comunicar lo que es esencial en la noticia. “Igual se entiende, no seas exagerado”, me dice alguien cuando le comento el episodio. Precisamente por no exagerar en estos temas es que ahora los medios de comunicación dicen las cosas como quieren, sin que nadie les exija mayor rigor ¿Y por qué? ¿Porque la gente es ignorante? ¿Porque sus superiores tienen la misma falta de rigor técnico que sus subordinados? ¿Porque da igual como se digan las cosas, si al final la gente quiere algo breve y que se entienda?
Tanta crítica ha habido hacia la calidad de los profesores, médicos, abogados y otras profesiones con la proliferación de tanta carrera universitaria a cualquier costo que una de las más cotidianas ya ha comenzado a dejar su huella en la sociedad del conocimiento.
Tanta mediocridad a la hora de informar por cualquiera que sea el motivo, provoca un círculo vicioso en el que la gente “ignorante” cae sin retorno y se va formando una suerte de imagen de las cosas en la medida que los informativos se lo plantean. Uno podría esperar más ligereza de medios como LUNLa Cuarta, los reportajes deMega o Chilevisión, pero ya es algo casi generalizado. Imagínense que en ese tiempo en el que hubo varios parricidios cometidos contra mujeres y homicidios contra convivientes o parejas se llegó al absurdo inventar un nuevo tipo penal llamado femicidio. Digo absurdo, porque la ley 20.480 bien podría haber endurecido las penas y ampliado su hipótesis a la figura del conviviente como bien lo hizo, pero esa denominación de femicidio no fue más que un invento de la prensa, que ante la falta de rigor del mismísimo legislador y gobierno adoptó para sí. Una vergüenza.
Cuando iba en segundo básico me enseñaron que los medios de comunicación tenían por función informar, educar y entretener. Asumiendo que dichos criterios hoy se subordinan al rating, auspiciadores, grupos económicos controladores de las empresas que proporcionan información, líneas editoriales y los límites de tiempo y espacio cada vez más acotados, poco es lo que se puede informar. Para qué vamos a hablar de la educación, si hasta el Icarito ya no es como antes. Lamentablemente nos va quedando a salvo la entretención. Digo “lamentablemente” porque todo se reduce a lo mismo. Una básica cultura de consumidores cansados volviendo de sus ocupaciones que buscan algo básico, ojalá lo más básico posible. Qué importa si el periodista me dice que se robaron una guagua: ya lo entendí, me causó gracia y la encontraron a tiempo.


domingo, 29 de abril de 2012

Palabras de Clotario Blest

Y la acción y el ejemplo arrastra mucho más que la palabra
Libertad, Justicia y Fraternidad
Hacer el bien a todos los que sufren
No hacerle el mal a nadie
Sólo atacar a quiénes atacan a los trabajadores
¡No se desalienten nunca!
Tendrán que tener a veces pequeñas derrotas, no, si
¿cuántas derrotas no hemos sufrido nosotros?
Ahora ya llevo más de diez años en la misma tarea
sin resultado alguno, porque aun la pudedumbre es mucho más grande que antes
No se desalienten jamás, sigan adelante en esta lucha
especialmente en las poblaciones, donde está más, hay más pobreza...

domingo, 22 de abril de 2012

Esas pequeñas grandes cosas


Es difícil imaginar un país sin riquezas. Un país sin la visión práctica de sacar provecho de una actividad económica determinada y específica para el desarrollo de sus habitantes y su calidad de vida. Las formas que se adoptan pese a ser variadas siempre coinciden en la noción del bien común y en la interpretación que tienen sobre él las políticas públicas que se van adoptando. Detrás de eso vienen acechando la libertad, el emprendimiento, la distribución de los ingresos, la idea de un Estado fuerte y activo o pequeño y limitado, y así tantas otras cosas que es difícil hacer un análisis breve para explicarlo.

Lo cierto es que Argentina es un paciente cuyo caso médico es bastante atractivo de diagnosticar, pues la visión de cada médico no está condicionada sólo por la medicina en este caso, sino que por los otros síntomas de supuestas enfermedades modernas,  y las cuales padece dicho país según varios especialistas. Pese a que es urgente mandar a los economistas a estudiar historia y filosofía y a los políticos a una sala de clases de un liceo municipal con mayoría de alumnos socialmente vulnerables, es importante que en nuestro país se abra la discusión acerca de estos temas.

Me voy a saltar todo ese cuento del elefante, CFK y los dimes y diretes entre Repsol y las autoridades del país vecino, para ir al tema de fondo: ¿Es legítimo que los países decidan soberanamente ser dueños de los recursos naturales de sus territorios y de las riquezas derivadas de su explotación?  ¿Es justo que las utilidades de una industria de importancia nacional y estratégica  asegure el desarrollo armónico de una sociedad en general, y no sólo del grupo económico que la dirige? ¿Tendrán los habitantes de este país el derecho a soñar con el progreso integral de nuestra sociedad y a ser partícipes deliberativamente de estos temas? ¿Será el momento de irrumpir en la mesa donde se toman todos los acuerdos? ¿Estarán ustedes dispuestos a contribuir desde el lugar en que se encuentren primero a la discusión y después a la proyección de lo que lleguemos a decidir? ¿Dejaremos de ser y sentirnos chilenos sólo cuando juega la selección,  la teletón, los terremotos y en el dieciocho?

La mayoría de los que cuestionan absolutamente la decisión y que vaticinan un desastre  económico al otro lado de la cordillera suelen coincidir con ser los mismos que olvidan nuestra historia reciente. Los que hayan leído el libro de María Olivia Monckeberg  “El Saqueo de los grupos económicos al Estado chileno” lograrán darse cuenta que los nombres suelen repetirse una y otra vez, y nadie dice nada. Tanto juicio histórico respecto a los derechos humanos y su violación durante la dictadura nubló la situación paralela que se desarrolló y cómo un grupo reducido de personas fueron capaces de aprovechar una situación fáctica para proceder a  robarse Chile, ni más ni menos. Cuesta entender esa inconsecuencia para hablar de las grandezas nacionales mientras se traicionan esas mismas palabras y se justifican en que hoy somos 8 veces más ricos que nuestros abuelos, lo que habilitaría a perpetuar  un modelo de gestión que sólo acrecenta desigualdades y centraliza y concentra las riquezas en un lugar del territorio y en un grupo de familias.

Nadie está hablando de crear una industria nacional y productiva de un día para otro, ni tampoco de llegar y empezar a renacionalizar el cobre y otras actividades que pueden ser consideradas como estratégicas. Estamos hablando de algo más complejo y oportuno de plantear, estamos hablando de un proyecto estratégico de desarrollo nacional. En el que le decimos a los extranjeros que Chile es un país seguro para invertir, pero en el que es deber actualizar los estatutos que dirigen esas inversiones y que si quieren venir a multiplicar su dinero deberán someterse a condiciones similares a la de otros países en los que hace décadas decidieron aquello que aún nosotros somos incapaces de siquiera plantear decididamente.

El mundo ya no es el de los tiempos de Aguirre Cerda ni está sujeto al contexto histórico de los tiempos de Frei Montalva y Allende, pero se encuentra ad portas de sufrir grandes transformaciones. Por lo pronto Chile debe aprender mucho del caso argentino. En primer lugar debe entender que los procesos implican sacrificios y que las determinaciones si bien pueden ser drásticas, no por eso deben saltar su normativa, regulación y mucho menos darle una connotación político partidista única a un tema que es nacional, contingente y transversal.  Luego debe comprender  que es necesario un cuestionamiento previo de su ciudadanía en torno a los medios de comunicación, centros académicos e investigación de todos niveles y vida cotidiana que sea capaz de remecer al país entero. De ello debe derivar una expresión política pluralista que sea capaz de encausarla y llevarla a efecto. Además todo eso debe ser realizado en un tiempo razonable y no cuando se lo hayan llevado todo. Así se va construyendo el país de todos al estilo Plan Z. 

miércoles, 18 de abril de 2012

Los economistas saben poco de Historia (1)

Tanto que han hablado por el tema de la expropiación de YPF, aventurándose a catástrofes económicas de un país vecino, cuando en realidad deberían plantearse la posibilidad de que algún día las riquezas del Chile en el que viven pertenezcan de verdad a los chilenos, que contribuyan a resolver sus necesidades y a despertar un proyecto nacional al cual contribuir desde donde estén. Los que se ríen son los mismos que avalan la situación de que ciertos grupos económicos en cierta parte de nuestra historia hayan saqueado las principales fuentes de riqueza, o bien, es probable que lo ignoren y nunca les hayan contado esa parte. Los mismos que se sienten conformes en el país que esconde bajo la alfombra lo que arriba de ella suele llamar crecimiento económico.

miércoles, 11 de abril de 2012

Lo dije hace un rato, lo dije estos días

Como no me quieres hablar te voy a contar algunas cosas que he pensado los últimos días.
Estos días he extrañado un poco a mi familia, a mi hermana chica, mis perros, la vida de ellos con sus problemas comunes y aunque trato no puedo abstraerme de todo eso pese a estar tan ocupado últimamente.En civil hemos pasado tanta materia, y a veces no entiendo nada. Me siento como en el civil uno, Peñailillo hablaba y hablaba sin parar y todos hacían como que entendían. El cerebro se cansaba en el intento por comprender esa lluvia de ideas y entes, y entre todo eso deseaba abrazar a alguien como ahora y que en un cariño me dijeran que todo va a estar bien. Lo mismo ayer y hoy, o antesdeayer y ayer en rigor. Necesito todo ese envoltorio de cercanías que me dicen que a fin de año voy a egresar y que tengo que estudiar mucho. Entonces me veo hablando de política o hablando en público, el mundo va a estallar en cualquier momento y voy directo a convertirme en algo o alguien que siempre he querido ser sin darme cuenta o sin reconocerlo, y veo caras que me oyen atentamente como queriendo escuchar algo que en el fondo también debo/quiero/puedo decir, y en sus distintas reacciones lentamente voy avanzando.
Todo eso me provoca una indefensión terrible, porque en cada paso hay un riesgo que asumir y una condición tan trascendente a la que dedicarse. Camino por Concepción, como ese niño de 18 años que llegó un día sin conocer a nadie y soñando una vida menos degradante que la viven día a día sus correligionarios Santiaguinos. Imagino que me quedo para siempre en estas calles, con los cabros, junto a una mujer a la que amo y viceversa y con la que construyo todo eso que siempre he querido; hijos criados con mis palabras y enseñanzas, perros con  nombres originales que corren persiguiéndome por el patio de la casa. Sueño que publico mi poesía en un auditorium de Universidad, como un profe querido de esa facultad y que en la política, derecho y poemas se me va la vida entera, andando en bicicleta con canas y trotando con mis perros por un campo. Pienso en esa mujer que debe andar por ahí, quién sabe por dónde, con quién y espero topármela en cualquier parte: una calle, un ciclovía, una cola de banco, un casino, un restaurat, una charla, una discusión, una librería y se convierta en una pequeña revolución cotidiana. A veces pienso que me observa pasar por ahí y me lee -entrelíneas- con subtítulos desde otra ciudad no elegida o desde una cortina sin sacudir.
He pensado en mi abuela, que es una mujer que ha dado la vida por su familia y por enseñarme y entregarme cosas a mí, más que mi padre y tanto como mi madre. Pienso en mi padrastro y el día en que llegó a nuestra vida con todas sus cosas admirables. Haberme enseñado a sacrificarme tanto por las cosas, pienso en su esfuerzo y en las recompensas que se merece. Pienso en el orgullo que represento para ellos cuando alzo la voz por lo que no me parece justo, y en que bajo ningún punto de vista espero defraudarlos. Pienso en que tener un padre irresponsable es una forma de asumir que hay cosas que vienen por defecto y que así debo quererlo, pese a todo el dolor que me ha provocado y pese a todo lo mal que se ha portado, el perdón es parte de un abril.
El tiempo gira y se multiplica y se divide por cero en el mismo acto, que estos días son una vorágine entre la charla de Marco Enríquez Ominami en la facultad, mis ganas de vivir intensamente y hacer cosas. De estudiar tan poco por una desconcentración que es directamente proporcional al entusiasmo, y que se desborda en esa a veces admirable (para algunos), despreciable (para otros) estructuración de una forma de vivir al límite. Pienso en que puede que un día voy a morir de pronto, sin aviso, quién sabe porqué y eso explique todo esto. Y de verdad que no me gustaría morir tan joven, y tan pronto sin haber vivido tantas cosas extraordinarias que faltan. Recorrer Sudamérica, aprender idiomar, leer y escribir libros, preparar la revolución de nuestros hijos y nietos, inventar cosas de otros tiempos, dormir hasta tarde, llamar a horas imprudentes, beber menos, seguir no fumando, las tardes de domingo con sentido, soñar despierto cosas que si no se asumen como ciertas y posibles nunca se vuelven realidad. Eso me he pasado estos primeros diez días de abril, eso sin querer me pasa hace varios años. Estoy construído de cosas que para algunos son clichés y para otros convicciones. Vivo entre palabras livianas y complejas, entre señales de humo y tweets a deshoras. Si dejara que todo eso no me importe, ya no sería quién soy. Aprendí a querer lo que tengo, a valorar que es más que de lo necesito pero no por eso dejar de proyectar el presente. Varios años después me di cuenta que no todo me da lo mismo, y que en realidad tu margarita sólo a un lado de la cara me enseñó más de lo que debía aprender de ella.

lunes, 2 de abril de 2012

Lo asesinaron, pero sigue vivo


Para contrariar todo lo que se ha dicho, era un pensador práctico. De otro modo es imposible pensar que lo que escribió y defendió sobre el respeto irrestricto de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana, no tuvieran ningún valor al momento de justificar ideológicamente la violación sistemática de los derechos humanos perpetrados a partir del golpe militar. La oportunidad propicia para  la creación de una institucionalidad que él junto a otros pocos y designados redactaron a partir del Decreto Ley 128 del 12 de Noviembre de 1973. Todo como una obra perfecta de esa vieja costumbre republicana de arrogarse el Poder Constituyente del Pueblo.
En su ideario político la libertad y la autoridad siempre tuvieron manifestaciones algo difícil de comprender. Heredero de una concepción conservadora de rama corporativista y que sería abandonada posteriormente por una neoliberal  a partir de Hayek y la Escuela de Chicago, niega a la democracia el rol preponderante que debe poseer. Para Guzmán la democracia es sólo un instrumento, de ahí que se oponga a todo lo que diga relación con el constructivismo social. Eso explica que el contitucionalismo que propugna sea uno autoritario, expresión de una democracia representativa rígida y a esta altura de nuestra historia, verdaderamente anacrónica.  
En su aspecto político fue más consecuente. Dijo las cosas por su nombre cuando tuvo que defenderlas, y no le importó entrar en discusiones con autoridades eclesiásticas o políticas de ese momento, pues dada su astucia y carisma, fue capaz de ganarse el respeto de quiénes lo rodeaban. Como ser así en Chile para bien o para mal trae problemas, Guzmán los tuvo y mira como vino a terminar todo.  El mérito de su obra tuvo una expresión política que hoy nos desborda por todos lados: la UDI. El partido político más grande que existe hoy y que ha logrado penetrar  los distintos estratos sociales a través de una propuesta interesante para mucha gente desinformada, y consignas de corte populista que nunca serán reconocidas por ellos como tal, pero que el solo hecho de autodenominarse UDI popular los vuelve partícipes de ello. Eso se ve favorecido por todo el despliegue fáctico que representa a través del poder económico, la influencia de todo tipo de sus líderes y simpatizantes  y el factor pragmático de Jaime Guzmán que sigue alojado como un hijo obediente que sabe cuando comerse toda la comida y lavarse los dientes.
Podrá ser un partido objeto de críticas permanentemente, pero su posicionamiento en esta parte de la historia es indiscutible. Tanto como el aporte que hizo su fundador al país y que Concertación más Concertación menos, nos persigue como el espíritu que le habla a Longueira de vez en cuando.  Defender arduamente la libertad, cuando se trata de liberalismo económico; pero oponerse a un verdadero liberalismo político y más grave aún, a una verdadera libertad moral de sus ciudadanos.  Sustentar su visión en el emprendimiento traducido en crecimiento económico, empleo y un Estado pequeño, y oponerse a otras alternativas redistributivas de la riqueza, de la construcción social permanente y de una democracia más profunda. Por eso en el ejercicio cotidiano de las discusiones mediáticas usted puede ver a una UDI partidaria de la rebaja o eliminación del impuesto específico de los combustibles (UDI popular, pragmatismo Guzmaniano, respuesta ideológica) frente al rechazo de discutir temas como el aborto terapéutico (UDI conservadora, que no le importa imponer sus preceptos morales a los que piensan distinto) o la necesidad urgente de un salario ético y digno para las familias, y no esas medidas paliativas impulsadas por Lavín en el Ministerio de Desarrollo Social (UDI dominada por criterios economicistas, y no humanistas como en el caso del aborto).
Su asesinato es digno de una columna mucho más extendida, pero basta decir que no existe una única respuesta para explicarlo. Metafísicamente todo tiene una causa y efecto, su causa es el apoyo irrestricto a los actos deliberados durante la dictadura y su voluntad permanente para proteger a quiénes participaron de ellos, desde todas partes, ensuciándose o no las manos. El efecto es lamentable y en la construcción de una mejor sociedad  no debe volver a repetirse. Eso debe quedar como una lección para moros y cristianos.
Lo que resulta curioso es que 21 años después,  en un acto de lealtad, memoria y fidelidad, los miembros de su partido pidan justicia con tanto fervor para que los responsables de este crimen no queden impunes. Ojalá hubieran tenido la misma energía cuando se trató de hacer justicia contra Pinochet y otras personas implicadas en tantas caravanas de la muerte y la tortura, que quedaron sin justicia, y que ellos en su defensa incólume justificaron y de las cuales se volvieron cómplices por el resto de la historia.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Miércoles 14

En este fundo no sólo no se aborta mientras el patrón no quiera, tampoco el patrón es capaz de contribuir realmente a que los niños que van a nacer lo hagan en un lugar con educación y salud digna, y usa los fondos de los ahorros previsionales de sus trabajadores para financiar sus empresas, contratando eficientes capataces para que lo administren y financiando otros carismáticos para que no hagan bien su trabajo, y junto a todo eso les impone reglas de vida casi incuestionables, coartando toda posibilidad de una verdadera libertad moral.

martes, 6 de marzo de 2012

Microcuentos del insomnio 1

Tibia


Sé que te vas a quedar mirando como pasa la tarde, las cabezas acaloradas corriendo sin un destino claro y esta indiferencia que te inquieta. Vas a mirar de reojo tu celular para que la desesperanza haga su trabajo y un mensaje de texto ilumine el final de este verano. Ya no habrán prosas que puedan contenerte lo suficiente. Tampoco habrán tacos en la costanera, ni en el mercado. Conocerás esos pasajes obscuros de revistas recortadas con caras conocidas en el reverso. Ahora sonríe, que tocan el timbre y ya sabes quién vino a buscarte.


El mundo fruna


Dos en la caja. Uno se paga y da el vuelto, el otro escucha con una rapidez que impresiona los nombres de los productos que gritan los vendedores y entrega un vale, con esa naturalidad que ya se la quisieran quienes nos gobiernan. Los clientes hacen la fila mirando hacia los costados y tratando de vencer el cansacio. Van cayendo del techo cajas con golosinas lanzadas por un sujeto con nombre pero sin rostro. Es la perfecta sincronización de una cultura emprendedora que no muestran en la tele ni en el cuerpo B de El Mercurio. 


No tener corazón


En un patio de comidas la patearon. La humillaron. Le pagaron el almuerzo en el Pagoda. Se demoró 10 minutos en el baño porque se quedó llorando. Sabía que no era mucho lo que se podía hacer. Salió con la frente en alto en la parada "siempre digna". Siguieron almorzando como si nada hubiese pasado. La dejó en el paradero y pronto la olvidó. Varios años después en el mismo patio de comidas suele almorzar sola, o con las compañeras y siempre mira a las parejas que hablan. Cuando entró al baño una mujer se lavaba la cara después de llorar. Ella sólo esperaba en el fondo de su corazón que la pobre hubiere podido pagar su propio almuerzo.


A mitad de cuadra


En una de esas marchas de agosto lo etiquetaron en una foto. No conocía a nadie de los que salían a su lado, sin embargo todos se veían felices. Tuvieron que correr varias cuadras de las fuerzas especiales. Algunos terminaron empapados. Los secos fueron a comprar bebidas alternativas y galletas. Hicieron uso del espacio público para conocerse. La mayoría provenía de colegios particulares subvencionados. Uno solo estudiaba en la Chile, el resto era de privadas y una hacia preu porque le faltaron 20 puntos para medicina en una tradicional. El de la Chile les decía que la educación era un derecho y tenía que ser gratuita y de calidad. La que hacía preu lo miraba con atención y le refutaba más tarde lo de la gratuitad para todos. Los de las privadas, bueno, ellos querían que su deuda no fuera tan alta cuando salieran, si es que salían. Un compadre pasó vendiendo marihuana e hicieron una vaquita. Compartieron entre todos el pito y a esa altura hablaban de Allende y de lo que había pasado en ese tiempo. Ninguno sabía realmente lo que había pasado, sólo lo poco que les enseñaron en el colegio, escucharon de otra gente o leyeron por ahi. Nadie le achuntó la verdad, a lo más ese cuentito de la CIA y la intervención estadounidense. Hablaron de Piñera, de que era una mierda y que no entendían cómo la gente había votado por él. En silencio, el de la Chile los escuchaba y luego les decía que no era culpa de Piñera lo que estaba pasando. Sin embargo estaba arrepentido de haber votado por él en segunda vuelta, porque no quería que saliera la concerta. Los demás ni siquiera estaban inscritos. La del preu dijo que votar también era una mierda. Los de las privadas dijeron que para la próxima elección iban a votar por el candidato de la izquierda, porque seguro que ese iba a cumplir con sus demandas actuales. Discurrieron como dos horas temas así. Uno dijo que estaban haciendo polis, todos saltaron ante eso y lo tiraron al pasto procediendo a golpearlo cariñosamente. 

miércoles, 22 de febrero de 2012

Una razón

Los generales y almirantes felones actuaron y perpetraron sus crímenes sin oposición. Y por esa misma razón quedarían más tarde, en su mayoría impunes. Los generales constitucionalistas renunciaron mansamente, o fueron dados de baja, o fueron asesinados. La justicia de este país puede hacer poco (o nada) contra las acciones sediciosas de altos generales y almirantes, pues domina en nuestra clase dirigente la idea de que la honestidad caballeresca ( el patriotismo) está sólo en la derecha, que todo oficial es caballero y, por lo mismo, de derecha. El rotaje, en cambio, es deshonesto, y de izquierda. Es la antítesis de la honestidad caballeresca y militar. Por tanto, quienes cuidan los valores supremos del honor nacional (los caballeros y militares de derecha) pueden y deben reprimir, torturar y matar al rotaje de izquierda, pues así lo exige el orden moral y político de la patria. Los rotos de izquierda carecen de derechos cívicos y humanos: no tienen honor. Son pues, técnicamente, torturables y masacrables. Así fue siempre en el siglo XIX, y así debe ser hoy. Es la tradición del honor patrio. Y los caballeros, por supuesto, se protegen mutuamente, como siempre en el pasado: los militares, nobles y cofrades, como las órdenes caballerescas que pelearon contra el pagano en Jerusalén ¿y los marxistas? Bueno, éstos son lo peor de lo peor, el bajo rabioso, humanoide y terrorista del rotaje. No merecen ninguna consideración. Deben ir derechamente al holocausto, como los judíos de Hitler (com decía la consigna de derecha: Haga Patria: mate a un comunista.

Carlos Altamirano Orrego.

Para saber de los nobles almirantes caballeros leer memorias secretas de Patria y Libertad y algunas confesiones sobre la guerra fría en Chile de Manuel Fuentes.

domingo, 22 de enero de 2012

Ya sé que siempre digo que el tiempo pasa rápido y que no alcanzo a darme cuenta de todo lo que pasa. Que pasamos más tiempo pensando en lo que queremos hacer o tener que en dedicarnos bien a los que estamos haciendo o tenemos. Ahora estos días de verano en que puedo detenerme a hacer un balance del año pasado - porque mi año terminó recién el jueves- y a diferencia de varios de los anteriores este fue particularmente complicado. Más allá de los temas ya conocidos por todos e independiente de los resultados inmediatos, las movilizaciones van a tenernos varios años saliendo a las calles por tantas cosas que en realidad sólo nos estamos acostumbrando. Nos sirvió para eso.
Estamos llegando a ese haz de individualidades que necesariamente deben colapsar en un punto muerto. No hay que ser un gran intelectual ni un periodista mediocre con columna de opinión para entender que el mundo va directo a una transformación sin precedentes.

El 2011 me llevó a participar en el desarrollo de un programa político municipal, en el que junto con conocer gente valiosa con mucho entusiasmo por cambiar la política pude aprender cosas que pensé que iban a costar que llegaran a darse en esta época. Observé detenidamente los gestos de la gente, sus palabras, sus miradas al hablar, esas cosas que con el tiempo he aprendido a discernir: las palabras envueltas de pasión y autenticidad, de las que sólo van por añadidura. Desperté las convicciones de lo que debe ser promovido, de las ideas que hay que llevar adelante los próximos años y aumentaron mis sueños. Mis ganas de dejar huella.

Haber leído, y seguir leyendo El Mercurio todos los días pude ayudarte a comprender para bien y para mal cómo han construido este país los poderosos, explotadores, cínicos, superficiales, contaminados, legitimados, emprendedores. Todo eso que hay detrás del Editorial y en esas odiosas columnas de opinión de muchos personajes sólo ayuda a dejar firmes tus ideas, si es que eres alguien que puede pensar de una manera más independiente. No querer ser como ellos. No querer ese mundo para tu vida y para tu familia. Ese mundo que quiere justicia social pero no a costa de las utilidades, ese mundo que se sigue rindiendo en la pleitesía de los foráneo, imponiendo tendencias vanguardistas que sólo transgreden nuestra identidad real. Ese mundo que quiere igualdad para todos pero no tiene reparos en definir el límite entre la corbata y el delantal. El mundo de autopistas que cerca su burbuja y juega a los temas sociales a través de la caridad, la política y las páginas sociales. Ese mundo que salió a celebrar cuando había ganado Piñera como creyendo que en realidad la concertación fuera su problema. No es resentimiento, No. Es una palabra demasiado compleja. Por eso los voy a seguir leyendo.

Sé que hay muchas cosas que dejaré en blanco en esta entrada, y en este año que se fue. Cosas que en realidad no me interesa vivir. Porque no me pertenecen y porque no.
Puede que la rutina te vaya matando un poquito, pero también te va entregando las oportunidades para llevarla a donde quieras. Pasar quejándose del presente sólo te va a llevar a ser alguien que vive de sus frustraciones, y pasar haciendo las cosas sólo por el futuro te vuelve esclavo de un destino al que no siempre vas a llegar. Por eso desde ahora seré un DESPREOCUPADO (8).