martes, 12 de abril de 2011

Subtitulos de dias lluviosos

El otro día soñé que iba en bicicleta por las calles conocidas de Santiago, pero no puedo recordar exactamente qué calles eran. De pronto pedaleaba más fuerte porque iba atrasado a alguna parte, y empezaba a llover de la nada. Mientras más fuerte pedaleaba más fuerte iba lloviendo. Y como ya no podía estar más mojado poco me importaba continuar, a diferencia de la mucha gente que se refugiaba bajo lo que podia mientras pasaba esa tempestad ocasional. De pronto pasó ella, sin que me lo esperar ni siquiera al despertar y pensar en lo que había soñado. Y era ella porque su bicicleta era como su personalidad, tan distinta y elocuente como siempre, tan verosímil y audaz como de costumbre. Pasó por mi lado pedaleando más fuerte aun, con impermeable color patito. Quería saludarla y por lo mismo traté de pensar donde se dirigía, tomé una ruta alternativa y un semáforo confabuló a mi favor. Entonces la saludé y reimos. Como podría explicarte lo feliz que desperté en la mañana pensando en que la vi, porque aunque aquella situación sea poco probable, los sueños se cumplen en los sueños, y yo había soñado despierto que quería soñar con ella.