martes, 12 de febrero de 2013

Lo que transita, lo que permanece I

Debe ser terrible eso de vivir una vida que no quieres y que el resto piense que eres exitoso y feliz. Probablemente considerarán ese éxito en orden a lo que exige la vida actual. Mientras en realidad eres exitoso precisamente cuando vives lo que elegiste, independiente de los resultados que al final de los días sólo sirven para evaluar. Al frente del mall del centro de Conce, afuera de un videoclub que aún sobrevive hay un caballero que vende artículos y utensilios en madera, imagino que hechos por él mismo. Está en el mismo lugar hace varios años, días de lluvia, de sol y de bipolaridad climática. Con su bigote, que es como el de esos colombianos de la serie de Pablo Escobar, pero bajo la humildad y sencillez de un hombre que permanece. Hace unos días conversé con él por primera vez, mirando al trabajador que está en la grúa del mall con ese modo de presión en el que arriesga su vida, sólo por que les paguen a él y sus compañeros. Coincidimos en varias ideas. El hombre que permanece y el que transita hablaban de lo mismo. 
Nos impresionó como cambian los paisajes no obstante los escenarios vuelvan a configurarse de la misma manera. Ayer era una mina de carbón y hoy la construcción de un centro comercial, y en el consuelo encontramos que la mina de carbón pudo permanecer más tiempo. Excusa temporal, porque ambas ofrecieron condiciones precarizadas de trabajo, la diferencia es que la segunda había logrado legitimarse hasta tal punto que no ofrecía mucha opción. La política ha desaparecido de esta escena, o sólo duerme por un tiempo. Cuando despierte no creo que le vaya a agradar mucho el panorama. No obstante muchas personas, especialmente jóvenes, antes de entrar al centro comercial se tomaban el tiempo de firmar el libro de apoyo a los trabajadores. Alguien me dirá que eso no tiene validez alguna, probablemente sea el mismo tipo de persona que dirá que el éxito implica sólo un resultado positivo y material. Quizás esas firmas no sean una prueba contundente ni oficial, pero expresan algo está vivo y se inmiscuye por los subterfugios de toda esa mierda que representa la idea de un lugar así. Es cierto que no todos los empresarios tienen comportamientos reprochables, ni todos son así, pero no deja de ser llamativa la idea de que el mundo entero poco a poco comience a naturalizar ese tipo de trato. Precarizar la idea de dignidad de las personas en el trabajo, basados en el hecho significativo de decir que tener 10 bajo estas condiciones, es mejor que tener 20 para algunos y 0 para otros. Y no me deja de dar pena que las personas que defienden- aún con argumentos técnicos y doctrinarios muy legítimos- la idea de que es mejor vivir bajo estas condiciones obnibulados por la danza del consumo y las deudas, sostenida en una calidad de vida material, pueda llegar a contradecir todos sus principios. La diferencia entre los escenarios antiguos y los nuevos, es que los antiguos permanecieron un tiempo considerable para transitar lento mientras que los nuevos transitaron para permanecer así.

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