sábado, 19 de febrero de 2011

Conversaciones De Película

Las conversaciones entre películas con pausa, las conversaciones durante una película mala, las conversaciones después de películas buenas, las conversaciones de película. De manera que el asunto no es la película en si, sino lo que compartes con otra persona a partir de ella. Independiente del tiempo en que se conjugue, la idea termina siendo algo más o menos similar. ¿Importará para lo trascendido el nivel de la conversación o la persona con quién estás conversando? ¿importará la película de fondo o quien te acompaña en ese momento con sus palabras? De cualquier forma importan si confluyen las grandes reflexiones con las conclusiones apresuradas acerca de los temas y los nombres mal pronunciados del reparto con las grandes incoherencias que siempre nos acompañan. Usted es quién decide lo que inclina en mayor medida esa balanza.
Hace varios años ya, en ese verano en que Gonzalez llegó a la final de Australia y perdió con Federer (es la primera referencia que se me viene a la mente) estábamos viendo una película con un amigo y empezamos a conversar, la película en ese momento no importaba demasiado, pues de lo contrario sabría con exactitud cuál era. Sólo sé que de esa conversación temas como el futuro, la familia, los amigos, el teatro, la verdad, el inconsciente, la educación chilena, los sueños y que las mejores conversaciones se daban entre peliculas me quedaron.
En otra ocasión, y luego de una disyuntiva sobre qué ver con un viejo amor, la película quedó ahí. Nos quedamos conversando hasta las 7 am cosas triviales, como elucubrar la verdadera razón de porqué popeye comía espinacas, o porqué no se debe fumar marihuana después de beber alcohol en cantidades considerables, o porque Bryan Adams nos perseguía en las canciones de radio de los lugares a los que fuimos esa semana. Sólo sé que antes de quedarme dormido en el aletorio del pc salió muevan las industrias de Los Prisioneros.
Con un amigo nos tincó ver en búsqueda de la felicidad en vez de seguir jugando pes y aprovechando de que nos habían hablado harto de esa película la vimos. No hablamos demasiado después del final, pero si comentamos la escena del metro. Hicimos el link hacia La vida es Bella y el final cuando el niño se salva. Mucho tiempo después nos acordamos de la película y hablamos sobre los obstáculos, la perseverancia, los malos días y la felicidad.
Un sábado del 2007, invierno, fuimos con una amiga al Normandie y se puso a llover cuando salimos del cine. Nadie llevaba paraguas, a los dos nos llovia sobre mojado para ser sinceros, eso fue lo que nos unía ese día, la película que vimos fue un pretexto para conversar de nuestra pena bajo la lluvia.
Con mi hermano vimos un documental de Los Beatles, una película biográfica de John Lennon y después la de cómo Chapman mata al mismo Lennon. Luego de ver todo eso, como máximo fueron 5 minutos lo que hablamos respecto a los Beatles y lo demás. Nos pusimos a escuchar Red Hot Chili Peppers y a hablar de la vida, de los años, de cuando éramos chicos, de que es bueno ver el paso del tiempo como algo positivo.

Con un amigo nos juntamos en el centro, un día domingo después de que había ido al Festival, fue el día que Farkas regaló lomitos del lomitón. Fuimos a cineartealameda y compramos boletos para ver El Regalo. Caminamos al mall del centro a canjear el lomito farkas (puedo jactarme de haber ingerido un lomito Farkas oooh), vimos el regalo y llamamos a la Paulina para que se viniera y vimos La Buena Vida. Después conversamos en la plaza de la constitución un buen rato, cosas que no tenían nada que ver con la película. Fuimos felices ese día los tres.

Una mañana después de clases fuimos al cine, la película elegida era la de 31 minutos. El mall estaba abierto, el cine aún no. Divagamos entre libros y pasteles haciendo hora, como primera función tuvimos la sala para nosotros solos. Vimos toda la película. Al salir del cine, del mall, de nuestras vidas no mucho tiempo después y hasta el día de hoy jamás hemos hablado de si nos gustó o no la película, o si nos reímos con tal o cual parte. Sólo tengo esa imagen de su cabeza en mi hombro, compartiendo mi chaqueta para taparnos. Quizás algún día le voy preguntar si le gustó la película, y acto seguido: la besaré.