lunes, 28 de julio de 2014

Ímpetu

De las acepciones que entrega la RAE, fuerza o violencia por una parte, y brío, vehemencia, ardor con que se actúa serían las que más se acercan. Descartemos la primera, la fuerza o la violencia pueden ser cualquier cosa. Un campamento frente a un mall, una señora subiendo al metro y no dejando bajar a las personas, asaltar a un jubilado afuera de la oficina donde va a pagarse, la superficie de áreas verdes en las comunas con mayor violencia intrafamiliar, por ejemplo.

El brío es pujanza. Es espíritu, valor, resolución. Finalmente es garbo, desembarazo, gallardía, gentileza.
La pujanza es la fuerza grande o robustez para impulsar o ejecutar una acción. No perderé tiempo en explicar aquí lo que es el espíritu o el valor. Por su parte, la resolución por estos días, bien podría ser una decisión como el efecto de una condición resolutoria cumplida. El garbo es la gracia y perfección que se le da a algo. Desembarazo puede ser un desenfado o un aborto. La gallardía y la gentileza son cosas que pueden ser compatibles si se prefieren.

La vehemencia, es determinación. Si tomamos todas estas palabras, podríamos armar algo así:

El ímpetu es el valor y el espíritu que a través de la pujanza permite tomar resoluciones, con garbo, gallardía e incluso gentileza, quién es impetuoso es un ser lleno de vehemencia, cuya determinación podrá prescindir de la fuerza o violencia.

Dicho en breve: el corazón es más fuerte.