domingo, 11 de diciembre de 2011

Escribo esto y vuelvo a la carga

Las historias de vida de gente sencilla, sin mucho ruido. Las de esas personas que tienen una tremenda historia social y politica sin ser un rostro ni un lider. Las historias que todos los días nos entregan las cartas que aun se siguen mandando por correo. Las historias llenas de lugares comunes y de situaciones ya vividas por otros seres, en este planeta y en otros. La capacidad de reducir a un relato breve toda la magnitud de una experiencia única. Las enseñanzas que nos entregan los viejos cansados con esperanza. Aquellas llenas de cursilería y tapabarros. Las que sólo se limitan a poner énfasis en hechos anecdóticos e intrascedentes. Las de la superación personal ante adversidades jamás imaginadas desde nuestra precaria realidad. Las de una país dividido y las que hablan de lo mismo con diferentes tópicos y motivos. Cuando pienso en todas las historias que merecen ser contadas con un estilo particular me dan ganas de recorrer muchos lugares y capturar las más espectaculares, para reducirlas a un relato quizás no tan breve, pero si contundente. Me dan ganas de vivir una vida digna de ser objeto de un relato futuro de otros seres capaces de imaginarme. El mundo entero vive de las historias de los demás. Sin ir más lejos la misma historia. Mira que debe ser bonito ganarse la vida con eso. Me voy a estudiar, será mejor.

sábado, 26 de noviembre de 2011

No alcanzó pal titulo

Voy a intentar ser breve, breve como esos poemas consistentes de cuatro versos.
No tengo mucho tiempo. Hace tiempo que escucho canciones parecidas, me gusta la idea de que luego será verano, voy a aprender a cocinar cosas exóticas, aprenderé a bailar salsa, voy a leerme todo, bueno casi. Cambio todo por nada. Volverse nada. Ojalá volar lejos para volver cuando se me pare la raja.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El Colapso

Aun cuando este sea el periodo más asfixiante y limitado que tenga la carrera todos los años, y pese a la cantidad de palabras, frases e ideas discutidas o no que deben ser aprendidas y aprehendidas sistemáticamente, no quiero dejar de pensar inquieto todo lo que he pensado los últimos meses, ni dejar de leer el diario más conservador de este país durante el transcurso sólo para vislumbrar las debilidades de los que han construido la historia oficial, ni quiero dejar de salir a trotar algunas noches ni leer el pensamiento transversal con el fin de comprender de mejor manera lo que está pasando. No quiero tener que echarle la culpa a deidades ni a voluntades ajenas de lo que me pueda suceder, ni quiero que se pasen los días sin un sentido necesario. Quiero seguir con todo este entusiasmo por las cosas, y quiero que el equilibrio suficiente me invada y no se vaya más. Que cuando la libertad transitoria haya llegado pueda sentirme satisfecho de haber vivido y no pospuesto todo lo que me hace bien. Quiero que llames o envies alguna señal intempestivamente en la que sólo tenga que limitarme a llegar y a vivir.







viernes, 14 de octubre de 2011

La poesía lo es todo (1)

Desde que me levanto en las mañanas hasta ese momento en el que vuelvo a cerrar los ojos esperando volver a levantarme la próxima. Esos intervalos de tiempo en que miro por la ventana, o el cielo, o a través de una hoja enrollada y veo lo que quiero. Son los puentes, los caminos, el instante de flashback entre una canción y un momento del pasado, la risa contagiosa de mis hermanos, los perros callejeros, las rayas de las veredas y todos los detalles de la vida cotidiana que me obsesionan positivamente. Lo que me hace feliz. Lo que me soporta. Lo que quiero comprender incluso en lo que aparentemente suele ser incomprensible. La cantata de puentes amarillos de Spinetta y esa pequeña libreta en la que anoto mis frases antológicas y definitivas. Es la palabra menguante cuando quiero salirme del contexto. O cuando el contexto determina la volatilidad de mi valoración personal en los demás. Cada color de mis banderas favoritas, esas que con la mayor rigurosidad posible dibujaba en las últimas páginas de mis cuadernos. Incluso la de Arabia Saudita que fue la que más dolores de cabezas provocó.
Son esos instantes en que subo a una micro, o a un bus o medio de transporte en general y mi mente automáticamente pasa a otro lugar completamente abstracto. La música como una compañera fiel y curvilínea. La literatura como la piedra angular. La política un amor imposible que es posible y un placer culpable simultáneamente. Bajar en las mañanas a buscar el diario y subir corriendo a leerlo. La ansiedad que antecede a los grandes compromisos. Esa que describía el mismo Bielsa alguna vez justamente en Concepción. Todos esos días infinitos en los que parece que la vida tiene más sentido que nunca. Creer o no creer.
Los sueños, que por más sencillos sean, son sueños al fin y al cabo. Mis cuadernos en el librero, los que ya se completaron con el tiempo y los que llenos de hojas en blanco esperan ser superados. Anhelan que la tinta los inunde y los desborde. La vida sin ir más lejos.
La guitarra y la constancia en su aprendizaje me hicieron llegar a tocarla definitivamente. Era mi sueño y lo cumplí. Séneca. Los estoicos. Confucio y Shakespeare. Nicanor Parra y Roberto Bolaño. Mi abuelita que me enseñó a sacarme la cresta por lo que quería. Mi abuelita que merece que le escriba toda mi gratitud en un poema. Mi Padres que me enseñaron sin querer todo lo que no tenía que hacer en la vida. Todo el amor que tengo por ellos, y todo lo que nunca les he dicho. La poesía de los días difíciles, la de la adversidad. La que respira la hostilidad y se anima sola a luchar por cada una de las razones. La que te espera hace caleta. La que te sigue esperando. La que un día te verá llegar de la mejor manera.
La de las conclusiones, enfermedades, respuestas, nomenclaturas, décimas, pócimas, etimologías. La que me abraza cuando necesito su abrazo. La que me saca la lengua cuando se hace urgente la burla. La que se libera de todas las ataduras. La que rompe estructuras establecidas. La que en voz baja te dice al oído lo que quieres escuchar. La de las fotografías con mensajes subliminales. La que se llena de emotividad y explota en una extraña mezcla. La que ve en la melancolía un espacio temporal y vital. La que hace un brindis por el buen vino. La que se toma en vasos chicos, la que se toma sin hielo o con bebida. La de mis amigos que saben. La de los que no saben tanto pero son buena gente. La de los cuicos, rotos, fachos, upelientos, moderados, ultrones, neutrales. La que cuenta la historia con una visión particular.
La poesía como el mejor de los fusiles, el arma infalible. La que fue capaz de vencer a tantas dictaduras y a tantas injusticias. La poesía de las redes sociales. La del subjetivismo que intenta posicionarse nuevamente. La poesía que habla de tus ojos, de tus manos, de tu pelo, de tu sonrisa y tu cordura. La que desata tu locura, tu frenesí y te excita. La que pretende ser mejor de lo que es para terminar siendo algo que nunca creyó.
Desde que cierras los ojos y te sumerges en esos parajes desconocidos y misteriosos. La que sube como espuma y se derrite en el verano. La que viene envasada con información nutricional. La que asume conductas modernas y contradictorias. La que construye y destruye en el mismo acto. La que me despierta en las mañanas y me lleva corriendo a donde quiero. La que me entrega la claridad suficiente para afrontar todos los asuntos. La que me compromete con mi tiempo histórico y me lleva a luchar por lo que considero justo. La que me hace amar a las cosas simples. La que me hace concluir que soy feliz porque tengo más cosas de las que necesito para serlo. La que me hace morir de entusiasmo y vivir de anhelos. La que me llevará a hacer todo lo que quiero. La poesía lo es todo.

sábado, 1 de octubre de 2011

El sentido de comunidad

Ayer tuve una de esas conversaciones difíciles de olvidar y de no tomar en cuenta. Un funcionario público en su oficina, ya casi al final de su horario de día viernes me recibió para conversar algunos temas de un asunto en el cual estoy participando y debo coordinar, y terminamos hablando de politica, historia, filosofía y de la vida. Siempre supe que íbamos a terminar conversando de lo segundo, que respecto al asunto principal que me llevaba. Y fueron varias horas sin darme cuenta las que estuvimos desclasificando los problemas y elucubrando las respuestas y soluciones.
Siempre me han apasionado las conversaciones con gente que tiene mundo y experiencia. Más que conocimientos técnicos o un gran curriculum. Son esas personas silenciosas aparentemente, las que vienen de esas generaciones un poco cansadas de luchar sus propias causas y que sin embargo siguen tratado de dejar su huella en alguna de estas, por las que más siento respeto. Esa generación de jóvenes de los años 60 que tuvieron una visión de lo que querían como sociedad, que participaban de manera activa en la mayoría de las discusiones importantes de esos años sin que nadie les dijera que no les correspondía estar en eso. Tiempos en que pese a no estar de acuerdo en los planteamientos que se iban generando, las personas estaban dispuestas a escucharse y tomarse en cuenta. Como esas mismas ideas fracasaron, y las formas no fueron las adecuadas para llevarlas a la práctica. Como la historia del poder fue capaz de escribir su propia historia y enseñarnos a nosotros lo de las recientes y presentes aquello fundamental para no cuestionarnos demasiado. Como de a poco la sociedad perdió la noción de lo que era la comunidad, ese nosotros inevitable que debe existir a la hora de trabajar por una idea. Como en Chile las personas empezaron, inmersos en este sistema, a exacerbar el individualismo sobre la idea de servir a un grupo humano desde cualquier labor en la que se hallen. Como el sujeto que se dirige a su trabajo empezó a verlo como la forma de ganarse la vida y asegurar su propio bienestar, y esa idea de que su labor era significativa o valía algo para otros desapareció.

El sistema económico actual, presenta muchas ventajas a las hora de estimular el desarrollo de las personas y de sus grupos humanos, pero si no responde a una idea que debe llevar la sociedad en que convive, inevitablemente lleva a una disgregación social, a un sentido de no pertenencia, a volvernos consumidores y no ciudadanos, a ver a la política como un juego sucio en que sólo los más ricos, poderosos y canallas tienen partido. Nos lleva a olvidar el país que queremos construir para el futuro, me lleva a no soñar con el país por el que quiero dejarlo todo. Dejarle al mercado la tarea encomendada de construir un país, de instruir valores cívicos tarde o temprano nos llevará a una decadencia tal que no podremos ignorar y de la cual no podremos alegar inocencia.
Estuve una tarde conversando en una oficina mi situación actual ante la época en que vivo, hablé sobre mi visión política inmadura y como trabajo día a día por construir mi propio discurso, como soy un observador de las viejas estructuras y de a poco me uno a proyectos que me parecen atractivos. Hablé de todo. Hablé de mi particular visión de superar los problemas del futuro, de como sin darme cuenta empiezo a articular un plan para darle marcha a mi idea. De como espero entrevistarme con muchas personas los años que vienen, y en sus experiencias, anhelos y frustraciones comenzar a construir y a encontrar a los que estén dispuestos a cambiar la política de Chile, y por sobretoda las cosas el sentido de comunidad.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Asi de simple

Fui y seré. Olvidé y me olvidaron. Comprendí y me comprendieron. Siempre le agradecí a cada persona y a cada lugar las cosas que aprendí. Fui más valiente que cobarde. Pero nunca dejé de tenerle miedo a esa situación inadvertida en la que caen las personas cuando se enamoran profundamente de otra. Por eso fracasé varias veces e intente atribuirle los motivos a cosas que no dependían de mi. Cuando con autocrítica reconocí eso, crecí. Aprendí. Supe que el día en que ya no tuviera ese miedo y me atreviera a vencerlo la espera llegaba a su fin. Los romances sólo me ayudaron a evitar el tema. A sentirme menos inquieto en esa larga espera. Cometí muchos errores y pocos, de verdad muy pocos aciertos. Coloqué en el tiempo las esperanzas, en los días cotidianos y la rutina el envoltorio de las palabras verdaderas.
Siempre la he esperado. Nunca he dejado de esperarla, por más embates y espejismos han sacudido a este individuo. Más que una convicción, un planteamiento inexorable. Morir en esa.
Pudo haber tenido una imagen concreta en algún momento y haberse diluido en el transcurso por diferentes razones. Pero no era no mas, quedaba espera. Sigo en esa, pero ya no como antes. Con los años encontré otros motivos tan importantes como ella, y en eso estoy. Siempre he tenido esa idea interior de que nací para grandes cosas y conforme avanza mi desarrollo personal siento que doy pequeños pasos hacia eso. Mi declaración de principios es incuso un poema. Entretanto voy construyendo y trabajando, inmerso en mi optimismo y entusiasmo, va a llegar sin que me lo cuestione y cuando esté más preparado. Es lo que me deja tranquilo finalmente.
Siempre pensé más en las otras personas que en mi. Siempre fui sincero y nunca jugué con los sentimientos de nadie, ni con las buenas intenciones. Entregué más de lo que recibí sin que me importara demasiado. Sufrí sin querer y porque quise. Pero seguí porque aunque pudiera estar destrozado sabía que era un presente, que era parte de la alternancia. De esa alternancia para la que estoy preparado hoy.
Puedes pensar que eres parte de la espera o el final. Puedes pensar que sólo eres otra persona más y que armo una estrategia para conseguir algo inmediato. Como si viviera siempre de la misma manera. Y sólo puedo decirte que estás en tu derecho a pensarlo. En tu derecho a equivocarte. En el comienzo de la primavera,de tu propia primavera. De mi primavera. Por eso pierdo el miedo y luego, existo.
Mira la foto de mi blog de poesía ¿Qué ves? Si, es cierto. Es lo que quiero. Es lo que a pesar de todo más anhelo. Llegar a esa edad del brazo de la misma mujer. Porque por más altos y bajos que tengan los asuntos, por más interpretaciones que nos puedan hacer pensar las historias que nos van contando y por más fuertes nos creamos frente a nuestras propias decisiones, hay algo que nunca voy a cambiar. Nunca voy a dejar de creer que llegará. De que miraré unos ojos seguros de que me están mirando.




sábado, 10 de septiembre de 2011

Toma 4.0

Escribo esto en pantalla gigante, en el salón azul de la facultad. Son casi las cinco de la mañana. Tengo sueño. Esto es la toma 4.0, el viernes nos avisaron del desalojo en pleno foro panel con algunos concejales, el futuro alcalde de Concepción y el Senador Navarro. Tuvimos que terminar antes, y decirle a la gente que se fuera. Volvimos a entrar temprano en la mañana.
He estado aquí desde el comienzo, y estaré hasta el final. Lo que se empieza debe terminarse, no dejar a medias. Probablemente sea la última movilización de este tipo en la cual participe. Lo cierto es que ha sido más de lo que esperaba. De las personas, circunstancias y motivos. De los días, semanas y verdades. Lo que Chile atraviesa es histórico. Ser indiferente a esa idea adjudicándole un total descrédito es de ciego, sordo y analfabeto.
El sistema educacional que existe hoy es nefasto. El sistema que existe hoy en general es una ilusión, y una ilusión tan dogmática como escéptica. Atribuirle a la irracionalidad de las masas la culpa no deja de ser un distractor mal intencionado. Para colmo, tratar de generar conciencia a las personas cuesta cada día más, porque todo lo que nos rodea está pintado de tal manera que hace difícil cuestionarse asuntos sencillos y cotidianos. En los tiempos en donde el conocimiento y la información existen en mayor abundancia al alcance de gran parte de la población, la comprensión de los seres humanos es realmente deficiente. Las estructuras de organización existentes hacen que cualquier pretensión de algo que es realmente justo sea vea como una idea imposible, lejana a su concreción. Es por eso entonces que cuando irrumpen en una sociedad movimientos como los de hoy, muchos están de acuerdo, pero quienes realmente pueden cambiarlo por más que intenten ponerse de acuerdo, y sacrificar sus intereses terminan por tergiversar el bien común. Finalmente se relativiza una idea como el bien común y acaba siendo un paradigma de todos los tiempos.
Si hoy estoy aquí, es porque soy de esas personas que creen en una sociedad más justa. En una comunidad más preocupada de sus comunes. En una colectividad más colectiva. En un proyecto común. Póngale el nombre que quiera. Eso que le falta a su vida, y a la de la mayoría de las personas de estos tiempos. A esta Universidad le faltaba ser más Universidad. Lo ha sido en una situación de anormalidad, porque en la normalidad las ideas se diluyen entre preocupaciones y horarios limitados. Porque las autoridades capaces de generar ese diálogo que tanto piden hoy, son los responsables de no promoverlo anteriormente. Porque esas autoridades, al igual que las altas autoridades de este país, se habían olvidado que quiénes realmente conforman y hacen posible todo son sus ciudadanos, estudiantes, trabajadores, siervos y esclavos.
Si hoy mi convicción me obliga a estar aquí es porque he logrado tomar conciencia de muchos temas que parecen de perogrullo, pero terminan siendo tan esenciales como incuestionables. Es porque quiero vivir en un país en donde las personas tengan las mismas oportunidades sin importar la condición socioeconómica que posean, y de pasadita sin endeudarse tanto.
Es porque quiero que todos esos niños que están condenados a seguir una secuencia negativa impulsada por sus padres, no sean victimas de ella. Que puedan escapar, y la secuencia se invierta hacia el otro lado. Porque será la educación pública la que los llevará a ser parte de una sociedad que quiere ser mejor.
Es porque comprendo que es el primer paso para que todo sea menos excluyente y segregado. En donde mis hijos puedan ir al mismo colegio al que van los hijos de las personas más pobres y más ricas. El primer paso hacia un cambio de mentalidad total. Ese que tanto necesitan los hombres del futuro. Ese que tanto necesitaron los hombres de su pasado.



sábado, 3 de septiembre de 2011

El miedo como argumento

Es cierto que el proyecto de ley aprobado por la comisión de educación y que prohibe aportes estatales a entidades que persigan fines de lucro en la educación, es demasiado general y genera innumerables cuestionamientos a las consecuencias que puede traer, pero por lo mismo recién lo aprobó una comisión, y no la sala. La prensa, que suele hacer de un titular una idea generalizada e inductiva al error del receptor común, ya nos acostumbró a estas cosas.

El proyecto en cuestión responde a una demanda tan sustancial como mediática, y tanto sus fundamentos como argumentos históricos si bien no son del todo concluyentes, advierten parte del problema y ofrecen una de las soluciones más esperadas. Ahora bien, sus mayores detractores reaccionan con argumentos que analizados de manera crítica, hacen que me replantee el significado mismo de los conceptos aludidos. Libertad de Enseñanza, Derecho Preferente de los Padres Para Educar a sus hijos, Libertad de Empresa, Principio de Subsidiariedad del Estado, etc. Hablo de replanteamiento de los conceptos, porque se confunden muchas cosas y se elucubran los efectos del futuro sobre la base de puras especulaciones llenas de miedo y preocupación. En ningún momento los opositores se refieren a que el proyecto en cuestión aún se encuentra sujeto a la tramitación, aún no se ha discutido en sala con todos los actores sociales, y que en el supuesto de ser aprobado integramente sus disposiciones transitorias llevarían adjunto un plan para implementarlo sin que todo cambie de golpe. No, ellos hablan de una limitación la libertad de enseñanza (la que incluye el derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales) y el derecho preferente de los padres para elegir el establecimiento de sus hijos de inmediato, sin hacer una conexión lógica o una sustentación clara de esa afirmación. Sólo apoyándose en una parte conveniente de la ideología que arrastra a derechos fundamentales como la educación al nivel de bien de mercado incuestionable. Sólo apoyándose en la cobertura que se ha logrado con el actual sistema, pero siempre olvidando el endeudamiento, el nivel de deserción y por sobretoda las cosas: la segregación que produce.

Los padres tienen el derecho de elegir un establecimiento para educar a sus hijos, y eligen uno por el que deben un determinado valor, porque hoy la educación pública en general no responde a las necesidades y expectativas. Si al final es el lucro el que genera el mayor cuestionamiento, es que este ha sido el principal móvil que ha llevado a mucha gente a emprender el negocio en educación y muchas veces entregando un "producto" bastante nefasto. Y para colmo, en ningún momento el proyecto lo prohíbe en la educación escolar, sólo detiene el apoyo estatal a a los establecimientos escolares que lo persigan. El lucro ya está prohibido en la educación superior, aun cuando muchas veces sea letra muerta. El proyecto también lo hace extensible a los Centros de Formación Técnica y Institutos Profesionales, en los que por esas cosas de la vida hoy se educa a los jóvenes más pobres del país.

Será deber de la clase política de hoy definir la implementación de lo que propone esta moción en caso de ser aprobada, será deber de ellos discutir todo lo pertinente y no ignorar las cifras para decidir, será deber de ellos dejar de proteger los intereses de algunos, que por más legítimos que puedan parecer, muchas veces son otro factor de la desigualdad. Será deber de ellos devolverle a Chile una educación pública de calidad, al cual el Estado de Chile está obligado a garantizar por tratados internacionales vigentes incorporados al ordenamiento actual y que hoy no son más que poesía legal. Es el momento que les entrega la historia para cambiarla para bien.

Entonces resulta paradójico constatar que todo el debate finalmente se traduce a sostener un modelo que cree no tener limites cuando habla de defender su libertad, pero que al cuestionar sus resultados sólo extrapola experiencias excepcionales y esconde toda la miseria que provoca.

martes, 30 de agosto de 2011

Declaración de Principios

No pretendo ser minimalista
En una sociedad globalizada
Ni rebelde sin causa ni destino.
Quiero ser una tuerca desobediente
De ese engranaje incuestionable
Persona sabía, prudente y esforzada
Apasionada en lo cotidiano y trascendente
Altruísta de sacrificio y revolución progresiva
Maquinador de las cosas urgentes
Educador de los sin voz ni conciencia
Poeta de la iniciativa y la crítica
De la construcción permanente
Hijo, padre, abuelo, hermano
Amigo, esposo, abogado, jefe
Tramoya, siervo, contribuyente
Lluvia y legado.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Al Grupito que dice

El paro del día 24/08 lo organizan: un dirigente que no trabaja, un profesor que no enseña, y una estudiante que no estudia.

También participan miles de trabajadores que trabajan y viven endeudados por un ordenamiento injusto, miles de profesores que enseñan y dejan lo mejor en sus salas, y miles de estudiantes que estudian, piensan y se organizan.

.

viernes, 15 de julio de 2011

Da lata prender la tele

Reconozco que me gusta mirar el CNN y Canal 24 de pura inercia, que veo las noticias de Argentina, España, Reino Unido de madrugada. Que soy fanático de las conspiraciones de Salfate, de los documentales apocalípticos del History y que me encanta la Gianella Marengo. Que me cargan la Angie Alvarado, la Adriana Barrientos y la Tanza Varela. Que me banco a la luli hasta el final. Que me rio caleta con Felipe Avello y Pablo Zuñiga. Pero que no soporto más de 10 minutos seguidos de farándula. Que el ejercicio mental de mirar el noticiero central de los canales de televisión abierta llega a ser masoquista. Que uno sabiendo que va a pasar rabia, pena, impotencia y frustración durante y después de alguna noticia mantiene la tele prendida. Es que en el fondo uno tiene esa ínfima cuota de esperanza que algo bueno tiene que salir. Algo bueno que difícilmente logrará superar a lo ya malo.
Como persona futbolizada amo el bloque de deportes y me paseo por los cuatro canales grandes viendo a cada tipo hablando de los mismos temas del día y viendo los mismos goles. Pero comprendo que es imposible que el deporte en Chile se desarrolle bajo esa lógica en relación con los medios de comunicación y la vitrina que merecen las otras ramas. Para que tengan cobertura recién tienen que ganar algo o hacer algún escándalo. Alguien tiene que pelarse plata de alguna federación o tienen que rematarles algo por deudas. Y claro, me gustan los programas de talento y baile, pero veo los puros resúmenes.
Sin duda que el tema de los últimos meses en el sentido de resaltar lo malo son las movilizaciones estudiantiles. Y ya sé que pueden pensar lo mismo que pensamos casi todos, de que los medios son de propiedad de los mismos dueños de la educación, de los amigos y socios de los dueños del país y que obviamente todo el enfoque de la información se dirige a empobrecer y debilitar los movimientos sociales como estos. Que aun con la presencia de internet en estos tiempos la televisión y sus noticieros centrales dejaran de tener la influencia que han alcanzado. Pero esta vez el descontento es más general que en otras épocas. La gente aunque no lo crean, es un poquito menos tonta que antes. Sus hijos probablemente no entienden mucho lo que leen, hablan desde la ignorancia y el estado de ánimo como muchos estudiantes de este país, pero el tema de fondo resulta ser absolutamente incuestionable.
Sé que para las estadísticas quedará la cifra de detenidos, la estimación de los daños y las autoridades haciendo lo propio para buscar a sus responsables. Que mucha gente está aburrida de las movilizaciones, ya sea porque los niños tienen que ir estudiar y no perder el año, pasan cortando las calles y hay que sufrir tacos, olores desagradables, etc. Y qué importa si de esto resultará que sus hijos, los mios, los de ustedes y los de nuestros hijos podrán estudiar en un país con una educación más justa. Pese a todo, no queda otra que ser optimistas. De esa manera se sacan adelante los pequeños y grandes proyectos.
Se puede echar a perder una marcha pacífica por culpa de los mismos tontitos y mal intencionados de siempre, pueden camuflarse carabineros para ellos provocar los disturbios y pueden seguir llenándose los bolsillos de plata vendiendo lo suyo, pero van a tener que venderlo al precio que realmente cuesta, en condiciones donde se cumpla el rol social que merece permitir el emprendimiento de un proyecto educativo, y en el contexto de un país que sin darse cuenta se prepara para las grandes transformaciones del mundo.

lunes, 4 de julio de 2011

2012

Todas las instituciones desaparecerán, para que el hombre anarquista, libre y vencedor de su lucha forje una sociedad más justa y digna, en la que al andar será necesario organizarse y crear nuevas instituciones, de manera que sus descendientes en un par de miles de años vuelvan sobre ese legado y hagan desaparecer esas estructuras, y así por fin estos seres forjen una sociedad más justa y digna en la que al andar será necesario organizarse en nuevas y revolucionarias ideologías, que con el tiempo irán perdiendo el vigor necesario y serán destruídas por otras instituciones mucho más nobles que intentarán construir una sociedad menos destructiva, y así sucesivamente hasta que lleguen los extraterrestres.

miércoles, 15 de junio de 2011

Arvejas

Fue en el instante preciso en que la gente no sabe lo que quiere; en ese momento que leíste el titular más impresionante de la década, el de la llamada sorpresa que te tuvo la vida, esa sensación de día perfecto que no acaba y esa sonrisa que nunca nadie puedo borrar. Fue en el segundo que pensaste volver a tu casa porque olvidaste algo pero su prescindencia mantuvo tu rumbo inicial.
En el que juraste que nunca olvidarás quién eres y a dónde perteneces. En el que disfrutaste las cosas más sencillas con la gente que más te quiso y tu también quisiste. Fueron todos esos perros callejeros que nunca volvieron a su casa, por rebeldía, obstinación, éxtasis, independencia o libertinaje. Las gaviotas que le enseñaron a volar a tantos gatos, mientras el futuro en una sala de clases iba desperdiciando cada una de las oportunidades. Fueron cada una de las personas, incluso aquellas cuyas actitudes y defectos que te hicieron considerarlas como odiosas y despreciables. Al cabo te enseñaron lo que no debías ser. Aprendiste e ignoraste. Te rompieron el corazón. Por fin lograste darte cuenta del significado y el valor que tuvieron cosas que te hicieron mal. Criticaste a cuanto proyecto con impacto ambiental salió en las noticias sin saber demasiado y te diste cuenta que para asumir una postura determinada tenías que adquirir el conocimiento suficiente. Supiste argumentar de buena manera incluso cosas que tenían respuestas nimias e insignificantes. Realmente no dejaste que el tiempo se fuera tan lejos. Viviste con pasión e intensidad cada una de las experiencias, sin importar las frustraciones que trajeran pero comprendiendo que en todo impera la alternancia. El riesgo de vivir en la alternancia.

miércoles, 4 de mayo de 2011

3 cosas que pensé anoche mientras me levaba los dientes antes de dormir

La primera era que tenía que ponerme terno hoy, y que me carga andar con terno todo el día. Porque mucha gente en la facultad te preguntan ¿qué teni? ¿en qué estai? ¿porqué andai con terno? y la verdad es que me da flojera tener que andar respondiendo la misma respuesta vaga a cada persona.
La segunda fue que me acordé de algo que pensé cuando era chico y que nunca más pude dejar de pensar hasta ahora, y es que la única manera de mirarte a la cara y verte a los ojos a ti mismo es frente a un espejo o a algo que al menos te dé un reflejo nítido. Cuando chico pensaba si al crecer la mirada de las personas cambiaba. Con las cosas del hoy, pienso si es que la mirada de un individuo puede cambiar producto de las experiencias. Y la verdad es que mi mirada no es idéntica a la de antes, aun cuando en esencia sea la misma y esto sea lo verdaderamente importante, no se puede mirar igua toda la vida. Quierámoslo o no, las cosas que nos pasan nos cambian no sólo la forma de mirar sino también las cosas que nos detenemos a mirar.

La tercero que pensé ha sido censurado por petición expresa del autor.

lunes, 25 de abril de 2011

¿Qué se muere cuando se muere?

Estoy seguro que a Gonzalo Rojas le da igual que ahora se llenen la boca hablando de él y de su obra. Porque antes de que muriera los mismos de siempre lo tomaban en cuenta y le agradecían las cosas que escribió. Ustedes siempre se acuerdan de la gente cuando se muere, y no son capaces de reconocerlos de verdad en vida. Un premio nacional cualquiera pasa a ser algo de la historia oficial, y queda ahí como un registro. Lo importante son esos que más allá de su muerte o de quedar anclados en los libros de lenguaje del ministerio de educación logran perpetuarse, porque sus palabras son la vida misma en movimiento, porque dijeron algo tan bueno que se queda en este mundo mientras quien lo hizo ya no sigue más, y lo bueno es que sus hijos y los mios podrán leerlos. Por eso a los que van a colocar poemas de Gonzalo Rojas en google y pondrán uno de esos en sus notas de facebook o dondesea, ojalá que antes lo hayan leido y lograra significarte algo importante. De lo contrario mejor no hagas nada por honrar la memoria de alguien que nunca conociste. Parte por conocerlo. Porque es de los grandes, y merece que tus hijos y los mios puedan leerlo.

lunes, 18 de abril de 2011

Esto es mejor que jugar tetris

Sólo acotar que para mi sigue siendo domingo en la noche y el lunes comienza cuando me levanto, y mañana como sea me levanto. Que siempre los domingos del año van a ser signo de zoom deportivo y Sapito Livingstone y que los lunes en las mañanas son el signo de seguir trabajando por las cosas que más anhelo. Me gustaría darle un abrazo a mi papá y a mi mamá ahora y darles las gracias, y decirle a mi abuela que su orgullo será mi recompensa para siempre. A mis hermanos, a mis amigos, a mis cuadernos. A esas ganas de conocer nuevos lugares y fotografiar distintas culturas, y a las cosas que en esta vida nunca han de faltar como una guitarra y una muchacha para poder cantar.

martes, 12 de abril de 2011

Subtitulos de dias lluviosos

El otro día soñé que iba en bicicleta por las calles conocidas de Santiago, pero no puedo recordar exactamente qué calles eran. De pronto pedaleaba más fuerte porque iba atrasado a alguna parte, y empezaba a llover de la nada. Mientras más fuerte pedaleaba más fuerte iba lloviendo. Y como ya no podía estar más mojado poco me importaba continuar, a diferencia de la mucha gente que se refugiaba bajo lo que podia mientras pasaba esa tempestad ocasional. De pronto pasó ella, sin que me lo esperar ni siquiera al despertar y pensar en lo que había soñado. Y era ella porque su bicicleta era como su personalidad, tan distinta y elocuente como siempre, tan verosímil y audaz como de costumbre. Pasó por mi lado pedaleando más fuerte aun, con impermeable color patito. Quería saludarla y por lo mismo traté de pensar donde se dirigía, tomé una ruta alternativa y un semáforo confabuló a mi favor. Entonces la saludé y reimos. Como podría explicarte lo feliz que desperté en la mañana pensando en que la vi, porque aunque aquella situación sea poco probable, los sueños se cumplen en los sueños, y yo había soñado despierto que quería soñar con ella.

jueves, 7 de abril de 2011

Chaleco Negro

Venía caminando de la Municipal a la facultad, pensando que hace tiempo que quiero escribir pero el hecho de no tener notebook ahora y estar un poco aislado de esto me ha hecho no publicar nada acá. Quería contar que volví a escuchar discos que escuchaba antes, como el Plans de los Death Cab For Cutie y que me hacen inmensamente feliz. Y mucho más si a eso le sumamos los trayectos en bicicleta o seguir armando rutas alternativas para llegar a un mismo lugar. Que cada día que pasa trato de ser menos prejuicioso, y no es que lo sea demasiado, pero todos estamos atados a prejuzgar todo lo que nos rodea. Que hace tiempo que adquirí esa convicción de ser positivo para que las cosas resulten, y no sólo de eso, sino también de valorar las cosas que se tienen y acompañan cada día. De cada experiencia, acierto, error, pan con queso o café. El mundo no es ni un paraíso ni un infierno como te lo pintan. Y da igual si sabes mucho o poco, o si tienes más plata que alguien o una posición social determinada. La gente más bakán es la que logra vivir las cosas que se propone y ayuda a los demás. La que no anda por ahí mirando en menos a nadie, y calladito, trabajando día a día peldaño a peldaño va logrando cosas que por pequeñas que parezcan son parte del global. Esa gente que tiene altura de miras para la mayoría de las situaciones, que es lo suficientemente tolerante como sincera. Que sabe distinguir lo bueno de lo malo, y lo admirable de lo reprochable. Pero por sobretodo las cosas, los que aprendimos a amar a las cosas más simples de esta puta y maravillosa vida.

sábado, 19 de febrero de 2011

Conversaciones De Película

Las conversaciones entre películas con pausa, las conversaciones durante una película mala, las conversaciones después de películas buenas, las conversaciones de película. De manera que el asunto no es la película en si, sino lo que compartes con otra persona a partir de ella. Independiente del tiempo en que se conjugue, la idea termina siendo algo más o menos similar. ¿Importará para lo trascendido el nivel de la conversación o la persona con quién estás conversando? ¿importará la película de fondo o quien te acompaña en ese momento con sus palabras? De cualquier forma importan si confluyen las grandes reflexiones con las conclusiones apresuradas acerca de los temas y los nombres mal pronunciados del reparto con las grandes incoherencias que siempre nos acompañan. Usted es quién decide lo que inclina en mayor medida esa balanza.
Hace varios años ya, en ese verano en que Gonzalez llegó a la final de Australia y perdió con Federer (es la primera referencia que se me viene a la mente) estábamos viendo una película con un amigo y empezamos a conversar, la película en ese momento no importaba demasiado, pues de lo contrario sabría con exactitud cuál era. Sólo sé que de esa conversación temas como el futuro, la familia, los amigos, el teatro, la verdad, el inconsciente, la educación chilena, los sueños y que las mejores conversaciones se daban entre peliculas me quedaron.
En otra ocasión, y luego de una disyuntiva sobre qué ver con un viejo amor, la película quedó ahí. Nos quedamos conversando hasta las 7 am cosas triviales, como elucubrar la verdadera razón de porqué popeye comía espinacas, o porqué no se debe fumar marihuana después de beber alcohol en cantidades considerables, o porque Bryan Adams nos perseguía en las canciones de radio de los lugares a los que fuimos esa semana. Sólo sé que antes de quedarme dormido en el aletorio del pc salió muevan las industrias de Los Prisioneros.
Con un amigo nos tincó ver en búsqueda de la felicidad en vez de seguir jugando pes y aprovechando de que nos habían hablado harto de esa película la vimos. No hablamos demasiado después del final, pero si comentamos la escena del metro. Hicimos el link hacia La vida es Bella y el final cuando el niño se salva. Mucho tiempo después nos acordamos de la película y hablamos sobre los obstáculos, la perseverancia, los malos días y la felicidad.
Un sábado del 2007, invierno, fuimos con una amiga al Normandie y se puso a llover cuando salimos del cine. Nadie llevaba paraguas, a los dos nos llovia sobre mojado para ser sinceros, eso fue lo que nos unía ese día, la película que vimos fue un pretexto para conversar de nuestra pena bajo la lluvia.
Con mi hermano vimos un documental de Los Beatles, una película biográfica de John Lennon y después la de cómo Chapman mata al mismo Lennon. Luego de ver todo eso, como máximo fueron 5 minutos lo que hablamos respecto a los Beatles y lo demás. Nos pusimos a escuchar Red Hot Chili Peppers y a hablar de la vida, de los años, de cuando éramos chicos, de que es bueno ver el paso del tiempo como algo positivo.

Con un amigo nos juntamos en el centro, un día domingo después de que había ido al Festival, fue el día que Farkas regaló lomitos del lomitón. Fuimos a cineartealameda y compramos boletos para ver El Regalo. Caminamos al mall del centro a canjear el lomito farkas (puedo jactarme de haber ingerido un lomito Farkas oooh), vimos el regalo y llamamos a la Paulina para que se viniera y vimos La Buena Vida. Después conversamos en la plaza de la constitución un buen rato, cosas que no tenían nada que ver con la película. Fuimos felices ese día los tres.

Una mañana después de clases fuimos al cine, la película elegida era la de 31 minutos. El mall estaba abierto, el cine aún no. Divagamos entre libros y pasteles haciendo hora, como primera función tuvimos la sala para nosotros solos. Vimos toda la película. Al salir del cine, del mall, de nuestras vidas no mucho tiempo después y hasta el día de hoy jamás hemos hablado de si nos gustó o no la película, o si nos reímos con tal o cual parte. Sólo tengo esa imagen de su cabeza en mi hombro, compartiendo mi chaqueta para taparnos. Quizás algún día le voy preguntar si le gustó la película, y acto seguido: la besaré.





viernes, 28 de enero de 2011

Hola a todos, este blog se encuentra en permanente construcción.