jueves, 7 de agosto de 2014

foto mental

El sábado pasado estuve todo el día en la biblioteca y no almorcé, así que tuve que pedalear hasta los completos de plaza de armas para comer algo que al monstruo que vive en mi estómago dejara contento. Ya cumplido mi propósito, de pronto vi una imagen con la que podría resumir los tiempos que corren por un país que comienza a convivir con su nueva riqueza. Un hombre negro viene caminando por el paseo ahumada, en medio de un ataque de risa y lleva un gorro negro con la bandera y la palabra Chile. 
Mientras pedaleo apurado rumbo a la junta dos cuadras más allá en el ex congreso, pienso en no olvidar aquella imagen, porque bien podría ganarse un premio de fotografía pero tan sólo es un instante preciso en el que atravieso compañía con ahumada en bicicleta un sábado cualquiera, y aunque todo se acerca a un lugar común o a una columna de opinión en donde se habla de los problemas sociales y jurídicos de la inmigración, acabo de ver el rostro humano y la dignidad que significa una especie de complejidad que el lenguaje y la técnica olvidan en su intento por dar respuesta a algo que siempre lo ha tenido.