viernes, 2 de septiembre de 2016
El ánimo contemplativo
lunes, 16 de mayo de 2016
Biblioteca de Santiago
¿Por qué será que uno vuelve a los lugares donde fue y será feliz? pienso mientras voy caminando por el pasillo de poesía chilena, como si se tratase de la misma imagen en distintos momentos en un lapso de 10 años, vestido de escolar, universitario desarraigado, egresado vacilante, estudiante cautivo, abogado principiante, enamorado empedernido y continuo.
Tomo algunos libros que me parecen tan familiares, sé que alguna vez los tuve en las manos cuando eran nuevos, poca gente entraba a esa sala y soñaba cosas mirando por la misma ventana.
Pienso en cosas que me gustaría que pasaran estos próximos diez años, en los rostros que apreciaré cada día, en las nuevas canciones y los poemas que no dejaré de escribir. Seguramente volveré a pasar por el mismo pasillo, haciendo el recorrido del constructor de esperanza que no se rinde, habré librado nuevas batallas, ganando y perdiendo, comprendiendo el imperio de la alternancia como hasta ahora.
Lo importante es que volveré al mismo lugar donde soy feliz, donde fui y seré feliz, y contigo de la mano.
martes, 26 de abril de 2016
Regreso a casa
Venía reflexionando que hace algunos meses anhelaba cerrar pronto una etapa para estar en esta, en donde sueño más libremente, avocándome a tareas cotidianas, ganándole un poco al desaliento imperante, tomando el peso de lo relevante en silencio, sigilioso de las señales de cada tiempo. En ese constante ir y venir que tienen algunos pensamientos o preguntas frecuentes, del hombre caminando que conversa consigo mismo, pensaba si estaba o no haciendo lo correcto. Empecé a estudiar chino tres veces por semana, los martes y jueves voy a clases de filosofía después de la jornada, experimentando en todo ello un desarrollo del espíritu comprobable en la felicidad de llegar cansado a la casa. La política ocupa gran parte de mi tiempo, el estudio del derecho, la lectura, la contemplación de lugares, la tranquilidad de sentarse en alguna parte de esta ciudad a esperar algo que todavia no acontece pero que viene conforme al esfuerzo y la paciencia.
Pensaba en mis hermanos y sus anhelos, en mi familia y la paz de su ajetreo liviano de cada dia. En mis amigos y su diversidad de intereses, en este reencuentro con la fraternidad y todo el mundo laico. En esa conversación invisible del humanismo cristiano y laico que pocos han logrado valorar. Me daba risa que todos los puentes y caminos me hagan transitar constantemente entre tantas personas maravillosas.
Pensé en algunas mujeres que conoci estos últimos meses, en las posibilidades, en las que son serias y en las que solo pretendería encontrar su cariño y algo más que eso. Divagué en los hombros delicados de la última con la que desperté, tratando de establecer los pasos necesarios para volver a repetir eso y entonces cai en la disyuntiva de siempre. Me vi dividido entre dos mujeres, recordé la forma en la que miran a los ojos cuando hablan y no le creí a ninguna.